Fue la rodada del re-encuentro. Ja, no como creen, sólo la primera después de una muy larga hibernación. Vamos por retomar un proyecto ciclista del cual al final se derivaron tres (¡ Si ! Tres) grupos ciclistas: los Lobos, los LobosBike y los Rolling Bike. ¿ Qué será ahora de nosotros, los (esteparios) Lobos ?
Los Lobos son un estado mental. Cualquiera que desee rodar los jueves por las noches es un Lobo y como tal es bienvenido en la madriguera: el Ángel de la Independencia a las 9.
¿ A donde iremos ? A donde el respetable proponga en la madriguera al inicio de cada rodada. El ritmo lo pone el grupo.
Adiós rencillas, malos entendidos, hoguera de vanidades. Lobo es el que llegue a la madriguera y desee cruzar con la manada la estepa al amparo de la luna (llena, en este quasi-debut). Los apellidos no son más requeridos.
Pero ... basta de sentimentalismos. A lo que nos cruje. En la rodada de anoche conocimos a Edgar y estuvimos Toño, Selene, un Lobo con todo y orejas y un servidor. Tras de esperar un poco (ja) decidimos ir al Centro Cultural Universitario de CU, tomando para ello Revolución. Le agradecemos a Edgar que nos halla guíado en la expedición al interior de CU (hacía más de una década que yo no ponía un pie allá). Es asombroso lo que ha cambiado CU.
Tras deambular por los diferentes teatros, cines y museos del CCU decidimos emprender el (triunfal) retorno por Insurgentes, donde muy pocos semáforos osaron interrumpir nuestra rodada. Al llegar a Álvaro Obregón decidimos que ya era muy tarde como para rodar sin tacos en la panza, así que pasamos a cenar a conocida taquería. Al final la rodada terminó en el Alpha y Omega del ciclismo urbano: el Ángel de la Independencia, en donde renovamos nuestros votos por que este proyecto continúe y si es permisible creerlo: crezca. De nosotros depende.
Los esperamos en el Ángel el próximo jueves 3 de Junio. ¿ A dónde iremos ? Allá lo decidimos :-) Saludos cordiales.