Para esta rodada nos reunimos en el Ángel de la Independencia 12 valientes ciclistas ! incluídas 2 mujeres !: Gaby, Itzel, Ricardo, Enrique, Tonatiuh, Tatanka, Matusalén, Héctor, Ubaldo, Leonardo, Clemente y un servidor.
Seguimos la ruta propuesta para alcanzar la Av. Ignacio Zaragoza, la cual se convierte después en la autopista de cuota a Puebla. Sin embargo, el tráfico a esa hora (22:00) dentro de la caótica Ciudad de México era en verdad insufrible. Prácticamente desde el Ángel hasta la caseta de Puebla el tráfico automotriz era a vuelta de rueda y taponando todos los carriles. Teníamos que ir rodando entre carriles para poder avanzar, lo cual era también ciertamente alucinante.
Finalmente pudimos llegar a la Av. Igancio Zaragoza, la recta de varios carriles (con lateral) que lleva al Puente de la Concordia, donde se ininian tanto la autopista de cuota como la carretera federal, ambas a Puebla. El tráfico sobre Zaragoza disminuyó hasta cierto punto, pues ahora eran más los autobuses que los automóviles quienes ocupaban la vialidad, dando como resultado una menor densidad vehicular.
La rodada transcurrió sin problemas, alcanzando pronto el inicio de la autopista de cuota a Puebla, realizando un re-agrupamiento en el Km 20, justo en la cima de un ascenso que hay al rodear un cerro. Los fotografías tomadas en ese reagrupamiento creo que quedaron interesantes.
Tras el ascenso vendría un prolongado descenso que nos llevaría prácticamente hasta la desviación a Chalco, donde da vuelta la autopista. Tras de otro (ligero) ascenso, donde volvimos a regagrupar, nos quedaron los últimos kilómetros de la recta que lleva a la caseta de Huixtoco, donde justo antes de la caseta se encuentra la desviación a la caseta de Chalco o también llamada de Puente Colorado. Tomamos esta desviación para tomar la carretera a Tlalmanalco, re-agrupando en la caseta.
A continuación rodamos en dirección a Amecameca, hasta la desviación a Cocotitlán, donde yo cometí un grave error. A pesar de que Tlalmanalco queda en la dirección a Amecameca (y a pesar de llevar la ruta en el GPS), al llegar a Cocotitlán yo pensé que el camino a Tlalmanalco pasaba por Cocotitlán, por lo cual me desvié (desviando con ello a los punteros del grupo) hacia Cocotitlán, aun cuando el camino correcto era hacia Amecameca. Fue Matusalén quien me hizo ver mi grave error, por lo cual les hablé por celular a los punteros que iban ya 3 kilómetros adelante, procediendo después a darles alcance, cuando ellos ya venían de regreso. En particular deseo agradecer a Gaby quien se aventó un sprint para tratar de alcanzarlos y avisarles que yo les había indicado una ruta equivocada. Mil disculpas chic@s, por este error de orientación, no volverá a suceder (tendré siempre a la vista la ruta en el GPS).
En lo que regresamos de la ruta equivocada, la segunda parte del grupo pasó por el entronque de Cocotitlán, y guiados por Matusalén (quien se había quedado en el entronque para comunicar la ruta correcta) se dirigieron hacia Amecameca, arribando muy pronto a Tlalmanalco. Nosotros (quienes nos habíamos desviado en Cocotitlán) reagrupamos en la última subida antes de Tlalmanalco (Campestre Santa María), para arribar al centro poco después, donde ya nos estaban esperando los nuevos punteros (y los últimos serán los primeros).
Tras tomar las fotos de rigueur en el kiosko de Tlalmanalco, procedimos a tomarnos las fotos del recuerdo frente a la Parroquia de San Luis Obispo, de los pocos atrios que hemos encontrado abiertos en nuestras nocturnas correrias. Realmente es una preciosidad este templo, de un barroco que resulta un placer poder observar. Creo que las fotos no me dejarán mentir.
Tras terminar la sesión fotográfica, procedimos a visitar al mejor amigo del ciclista: un Oxxo, donde además pudimos tomar parte de una fiesta que se hizo en cuanto llegamos al Oxxo. Varios chicos estaban departiendo de bohemia manera, y al vernos llegar en tan coloridos uniformes, decidieron que lo mejor que podí hacerse era ... invitarnons a su fiesta. Ahi quedan las fotos como testigos :-)
Tras la fiesta del Oxxo, procedimos a descender hacia la Ciudad de México, recorriendo todo el trayecto desde Tlalmanalco hasta la caseta de Puente Colorado en un sólo segmento, pues nuestro primer re-agrupamiento lo hicimos pasando el puente que cruza la autopista a Puebla. Una vez ya sobre la autopista, no pararíamos sino hasta estar sobre el Puente de la Concordia, de reciente inauguración. Este puente es prácticamente un distribuidor vial sobre la Av. Ignacio Zaragoza, pero sólo puede tomarse si se viene sobre la autopista de cuota. Es ciertamente alto este puente, y al re-agrupar sobre el puente, pudimos observar la magnificiencia del paisaje urbano nocturno que la Ciudad de México ofrecía ante nuestros asombrados ojos. Realmente es indescriptible la belleza del paisaje que contemplamos. E irrepetible la experiencia de estar parado en la horas de la madrugada a esa altura, al lado de nuestras bicicletas, observando la magnificiencia del paisaje de luces que es la Ciudad de México de noche.
Sin embargo, fue justamente la visita al Puente de la Concordia lo que cortó al grupo en dos, pues tres de nuestros queridos integrantes (Gaby, Matusalén y Clemente) decidieron no subir por el puente, sino seguirse por debajo de él sobre Zaragoza. Como la mayoría del grupo estábamos arriba del puente re-agrupando, no los vimos pues el puente está en verdad muy alto, así que ellos tres se siguieron derecho sobre Zaragoza hacia el centro, mientras que los demás nueve los estábamos esperando. Sin embargo, en cuanto arribaron los últimos compañeros, descendimos el puente y tratamos de darles alcance. Sin embargo tardamos algo así como 20 minutos arriba del Puente de la Concordia, por lo cual ya no les pudimos dar alcance, por más que lo intenté.
Re-agrupamos una última vez en Puente Aéreo, de donde el resto del grupo se siguió hacia el Ángel. Yo me quedé en Puente Aéreo y Zaragoza, para esperar a Gaby, Matusalén y Clemente, pues no sabía si ellos estaban adelante o atrás de nosotros (la mayoría del grupo). Dedidí por tanto quedarme a esperar a Gaby en Puente Aéreo, hasta que le viera o llegara ella a su casa. Afortunadamante, tras 45 minutos pude comunicarme telefónicamente con Gaby a su casa, dándome cuenta de que efectivamente los tres compañeros que no subieron el Puente de la Concordia se encontraban adelante de nosotros. El resto del grupo debió haber llegado al Ángel o bien se desviaron a sus casas en cuanto la ruta pasó por sus casas.
Todas las fotos de esta rodada se encuentran disponibles en el siguiente photoset
Te esperamos para nuestra siguiente rodada: a ... ¡ Huehuetoca, en el Estado de Mexico !
Seguimos la ruta propuesta para alcanzar la Av. Ignacio Zaragoza, la cual se convierte después en la autopista de cuota a Puebla. Sin embargo, el tráfico a esa hora (22:00) dentro de la caótica Ciudad de México era en verdad insufrible. Prácticamente desde el Ángel hasta la caseta de Puebla el tráfico automotriz era a vuelta de rueda y taponando todos los carriles. Teníamos que ir rodando entre carriles para poder avanzar, lo cual era también ciertamente alucinante.
Finalmente pudimos llegar a la Av. Igancio Zaragoza, la recta de varios carriles (con lateral) que lleva al Puente de la Concordia, donde se ininian tanto la autopista de cuota como la carretera federal, ambas a Puebla. El tráfico sobre Zaragoza disminuyó hasta cierto punto, pues ahora eran más los autobuses que los automóviles quienes ocupaban la vialidad, dando como resultado una menor densidad vehicular.
La rodada transcurrió sin problemas, alcanzando pronto el inicio de la autopista de cuota a Puebla, realizando un re-agrupamiento en el Km 20, justo en la cima de un ascenso que hay al rodear un cerro. Los fotografías tomadas en ese reagrupamiento creo que quedaron interesantes.
Tras el ascenso vendría un prolongado descenso que nos llevaría prácticamente hasta la desviación a Chalco, donde da vuelta la autopista. Tras de otro (ligero) ascenso, donde volvimos a regagrupar, nos quedaron los últimos kilómetros de la recta que lleva a la caseta de Huixtoco, donde justo antes de la caseta se encuentra la desviación a la caseta de Chalco o también llamada de Puente Colorado. Tomamos esta desviación para tomar la carretera a Tlalmanalco, re-agrupando en la caseta.
A continuación rodamos en dirección a Amecameca, hasta la desviación a Cocotitlán, donde yo cometí un grave error. A pesar de que Tlalmanalco queda en la dirección a Amecameca (y a pesar de llevar la ruta en el GPS), al llegar a Cocotitlán yo pensé que el camino a Tlalmanalco pasaba por Cocotitlán, por lo cual me desvié (desviando con ello a los punteros del grupo) hacia Cocotitlán, aun cuando el camino correcto era hacia Amecameca. Fue Matusalén quien me hizo ver mi grave error, por lo cual les hablé por celular a los punteros que iban ya 3 kilómetros adelante, procediendo después a darles alcance, cuando ellos ya venían de regreso. En particular deseo agradecer a Gaby quien se aventó un sprint para tratar de alcanzarlos y avisarles que yo les había indicado una ruta equivocada. Mil disculpas chic@s, por este error de orientación, no volverá a suceder (tendré siempre a la vista la ruta en el GPS).
En lo que regresamos de la ruta equivocada, la segunda parte del grupo pasó por el entronque de Cocotitlán, y guiados por Matusalén (quien se había quedado en el entronque para comunicar la ruta correcta) se dirigieron hacia Amecameca, arribando muy pronto a Tlalmanalco. Nosotros (quienes nos habíamos desviado en Cocotitlán) reagrupamos en la última subida antes de Tlalmanalco (Campestre Santa María), para arribar al centro poco después, donde ya nos estaban esperando los nuevos punteros (y los últimos serán los primeros).
Tras tomar las fotos de rigueur en el kiosko de Tlalmanalco, procedimos a tomarnos las fotos del recuerdo frente a la Parroquia de San Luis Obispo, de los pocos atrios que hemos encontrado abiertos en nuestras nocturnas correrias. Realmente es una preciosidad este templo, de un barroco que resulta un placer poder observar. Creo que las fotos no me dejarán mentir.
Tras terminar la sesión fotográfica, procedimos a visitar al mejor amigo del ciclista: un Oxxo, donde además pudimos tomar parte de una fiesta que se hizo en cuanto llegamos al Oxxo. Varios chicos estaban departiendo de bohemia manera, y al vernos llegar en tan coloridos uniformes, decidieron que lo mejor que podí hacerse era ... invitarnons a su fiesta. Ahi quedan las fotos como testigos :-)
Tras la fiesta del Oxxo, procedimos a descender hacia la Ciudad de México, recorriendo todo el trayecto desde Tlalmanalco hasta la caseta de Puente Colorado en un sólo segmento, pues nuestro primer re-agrupamiento lo hicimos pasando el puente que cruza la autopista a Puebla. Una vez ya sobre la autopista, no pararíamos sino hasta estar sobre el Puente de la Concordia, de reciente inauguración. Este puente es prácticamente un distribuidor vial sobre la Av. Ignacio Zaragoza, pero sólo puede tomarse si se viene sobre la autopista de cuota. Es ciertamente alto este puente, y al re-agrupar sobre el puente, pudimos observar la magnificiencia del paisaje urbano nocturno que la Ciudad de México ofrecía ante nuestros asombrados ojos. Realmente es indescriptible la belleza del paisaje que contemplamos. E irrepetible la experiencia de estar parado en la horas de la madrugada a esa altura, al lado de nuestras bicicletas, observando la magnificiencia del paisaje de luces que es la Ciudad de México de noche.
Sin embargo, fue justamente la visita al Puente de la Concordia lo que cortó al grupo en dos, pues tres de nuestros queridos integrantes (Gaby, Matusalén y Clemente) decidieron no subir por el puente, sino seguirse por debajo de él sobre Zaragoza. Como la mayoría del grupo estábamos arriba del puente re-agrupando, no los vimos pues el puente está en verdad muy alto, así que ellos tres se siguieron derecho sobre Zaragoza hacia el centro, mientras que los demás nueve los estábamos esperando. Sin embargo, en cuanto arribaron los últimos compañeros, descendimos el puente y tratamos de darles alcance. Sin embargo tardamos algo así como 20 minutos arriba del Puente de la Concordia, por lo cual ya no les pudimos dar alcance, por más que lo intenté.
Re-agrupamos una última vez en Puente Aéreo, de donde el resto del grupo se siguió hacia el Ángel. Yo me quedé en Puente Aéreo y Zaragoza, para esperar a Gaby, Matusalén y Clemente, pues no sabía si ellos estaban adelante o atrás de nosotros (la mayoría del grupo). Dedidí por tanto quedarme a esperar a Gaby en Puente Aéreo, hasta que le viera o llegara ella a su casa. Afortunadamante, tras 45 minutos pude comunicarme telefónicamente con Gaby a su casa, dándome cuenta de que efectivamente los tres compañeros que no subieron el Puente de la Concordia se encontraban adelante de nosotros. El resto del grupo debió haber llegado al Ángel o bien se desviaron a sus casas en cuanto la ruta pasó por sus casas.
Todas las fotos de esta rodada se encuentran disponibles en el siguiente photoset
Te esperamos para nuestra siguiente rodada: a ... ¡ Huehuetoca, en el Estado de Mexico !
No hay comentarios.:
Publicar un comentario